En la actitud y el tiempo correctos el ayuno produce efectos muy fuertes y poderosos en nuestra vida espiritual. Y no solo eso, la Palabra dice que cuando ayunamos en esta actitud, desatamos ligaduras de impiedad, soltamos cargas de opresión, dejamos ir libres a los quebrantados, rompemos todo yugo. Cuando la iglesia se prepara para salir a dar el pan de vida y predicar ese Evangelio de poder, nuestros ayunos se vuelven muy poderosos.
El versículo 8 de este pasaje de Isaías nos asegura que cuando ayunamos, lo que está dentro de nosotros se empieza a manifestar hacia afuera, se hace visible a los que nos rodean, y eso es algo muy poderoso en estos días en que estamos contactando a la gente para predicarle el Evangelio. El versículo 9, por su parte, afirma que cuando estamos en ayuno los cielos se abren y las respuestas del cielo vienen más rápidamente. En estos días en que nos estamos disponiendo en Invasión para salir a la calle, una enorme cantidad de obreros de muchísimas iglesias estamos tomándonos dos o tres días de ayuno para prepararnos como iglesia para salir a desatar las ligaduras, soltar cargas de opresión, dejar libres a los quebrantados, predicarles el Evangelio, recibir sus peticiones y orar por ellos. El ayuno es una de las mejores maneras de estar poderosamente preparados para esta tarea de presentar el evangelio de manera sobrenatural.
Padre, hay personas que están atadas por el pecado y la impiedad, por eso te pido que me des sabiduría y fuerza de voluntad para poder ayunar por ellas cuando me lo muestres. Te pido, Señor, que se manifieste la gloria que hay en mí por ser cristiano, y que a través de mí desates ligaduras, cargas de opresión y sanes los corazones quebrantados. Te ruego que pueda ver cumplidas en las personas todas las peticiones que reciba, en el nombre de Jesús de Nazareth.
Sugerencia Práctica
Invitá a alguien al culto, ¡y no vayas a faltar vos!