Era un momento muy especial, los discípulos estaban felices de haber experimentado personalmente aquello de predicar, y desatar y activar el poder de Dios. En ese momento el Señor les habló de la autoridad que tenían y les explicó: “He aquí les doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del enemigo, y nada los dañara”. Y luego de hablarles de la autoridad, Él les abrió el corazón y les dijo: “pero no se regocijen de que los espíritus se les sujetan, sino pónganse felices de que sus nombres están escritos en los cielos”. Jesús asegura que lo que más le emociona es que los nombres se vayan escribiendo en el cielo”. ¡El corazón de Dios está enfocado en la salvación de las personas! La Escritura continúa diciendo que “en aquella misma hora Jesús se regocijó en el Espíritu, y dijo: Yo te alabo, oh Padre, Señor del cielo y de la tierra…”. El Señor declaró adoración a Dios. Según la traducción del texto original, Jesús se puso a alabar, Él cantó y danzó de alegría.
Lo que más feliz hace al Señor Jesu cristo es que Su Palabra se predique y que la gente se salve, que ninguno perezca, y que todos procedan al arrepentimiento. Eso es lo que está en el corazón de Dios y eso es lo que estamos por hacer en este tiempo de Invasión del Amor de Dios. Hoy arrancamos Invasión, comenzamos la etapa de entrenamiento. ¡En estas semanas vamos a estar dándole una gran alegría al Señor Jesucristo!
Señor, te bendecimos por regalarnos la oportunidad de participar en Tu obra. Te damos gracias porque podemos ser felices y hacerte feliz a vos. ¡No hay nada que nos agrade más que hacerte feliz! Amén.
Sugerencia Práctica
Orá soñando que Dios te va a usar para bendecir a muchos.