Solo hay una condición para acceder a
la promesa maravillosa de lograr la bendición familiar y la restauración de las cosas
personales. Dios le dijo a Job: “si buscaras
a Dios diligentemente, si le suplicaras misericordia al Todopoderoso” (v. 5 PDT). La Palabra
está hablando de una actitud de oración, de
búsqueda, de ruego a Dios. Tenemos que tener esa actitud de oración, ayuno y súplica al
Todopoderoso para buscar una restauración
familiar. Seguidamente, el Señor continúa diciendo: “y si fueras intachable e íntegro, entonces Él velaría por ti, Él se levantará y Él te
devolverá la felicidad de tu hogar”. Está hablando de una actitud de santidad con respecto a esas oraciones en relación a tu hogar.
Tal vez en tu familia haya cosas que ajustar,
palabras que evitar, actitudes que reemplazar por otras de amor, de ternura, de perdón.
El Señor está diciendo que desde la santidad
y desde la oración Él restaurará y devolverá
la felicidad a tu hogar. Además, más adelante
aclara que “tu bienestar anterior no es nada
comparado con lo que tendrás en el futuro”,
en otras palabras, Dios está diciendo que a
través de la oración y la santidad recibirás
una bendición familiar, una prosperidad económica, mucho más grande de lo que pudiste
ver hasta hoy.
Sugerencia Práctica
Salimos a evangelizar, a invitar gente a la iglesia
y al evento, porque hemos orado
y ellos ya están listos.