Muchas veces si no ven un milagro instantáneo algunos cristianos se desaniman; sin embargo el mismo Jesús tuvo luchas en ciertos lugares. Por ejemplo, Marcos 6:5 dice: “No pudo hacer allí muchos milagros, salvo que sanó a unos pocos enfermos, poniendo sobre ellos las manos”. En el pasaje del comienzo, Jesús tuvo que repetir la oración sobre el mismo ciego, porque en la primera oportunidad no se había sanado completamente.
A los ojos de Dios no importa si oraste por alguien y no viste el milagro al instante. Tenés que seguir orando, porque el que persiste verá la gloria de Dios. En la medida que ejercites tu fe y el don que hay en vos, más claro y poderoso será el mover de Dios. Solo debés cumplir la palabra en fe creyendo que verás maravillas, y así será.
En este tiempo de Invasión, mientras estamos tomando las peticiones y recogiendo los troqueles, es un buen momento para hablarle a la gente del amor de Dios, de Su poder, y orar por sus necesidades. Muchas de esas personas verán la gloria de Dios recién cuando hagamos la vigilia de 24 horas por las peticiones, pero muchísimos otros verán su milagro de manera instantánea. ¡El poder de Dios está con vos para sanar!