Como dijimos anteriormente, en términos de conquista, para que un reino pueda
ser establecido, el otro debe ser expulsado
necesariamente. En términos militares, para
que el Reino de Dios sea establecido debemos expulsar al reino de las tinieblas. Vos
y yo podemos hacerlo por tres razones muy
importantes:
1. El Espíritu Santo nos respalda ejecutando la autoridad de Jesucristo en nosotros
(Mateo 12:28).
2. Por medio de la fe podemos echar
fuera demonios y establecer el Reino de Dios
(Marcos 16:17).
3. Por la autoridad que nos fue delegada
(Lucas 10:17).
Según la Palabra en Mateo 28:18-20 todos los hijos de Dios estamos investidos de
poder y autoridad de lo alto para echar fuera
el reino de las tinieblas y establecer el Reino de Dios en nuestra familia y en nuestra
ciudad. La Palabra de Dios asegura que los
demonios creen y tiemblan delante de Dios, y
vos y yo estamos revestidos de Él. Dos reinos
están en guerra, y Dios nos ha llamado, somos el ejército con que Él cuenta para deshacer las obras del diablo y establecer Su Reino.
Sugerencia Práctica
¡Que no te queden folletos sin usar
ni troqueles sin entregar a la iglesia!