Felipe estaba viviendo un tiempo ministerial extraordinario en esos días. En Samaria las multitudes venían a los pies del Señor
por causa de los milagros y las señales que
seguían a Felipe y a los discípulos. En un
momento Felipe recibió una visita angelical
con la orden de salir a un lugar totalmente desierto, realmente ilógico. Lo interesante
es que él no se abrazó a su éxito ministerial,
sino que fue obediente. Felipe se encontró
con un funcionario etíope muy influyente en
su tierra y le predicó. El hombre se convirtió
y se bautizó. Este etíope sería luego el portavoz a toda la nación. Después, Felipe fue trasladado sobrenaturalmente a otra ciudad
en el actual territorio de Egipto, y desde allí
anunció el Evangelio en muchas ciudades.
Si
Felipe no hubiera sido obediente al llamado
de Dios, probablemente hubiera abortado todos esos propósitos que el Señor tenía con
él, y el resto del plan para su ministerio no
hubiera seguido en el centro de la voluntad
de Dios. Este es un tiempo de evangelismo
sobrenatural, por eso necesitamos estar muy
atentos a la voz de Dios. Tal vez el Señor te
indique que te acerques a hablarle de Invasión a una persona en particular, o quizás te
llame a ir a un hospital, una casa o un barrio.
Es muy importante que escuches la voz de
Dios, pues no existe nada mejor que oír Su
voz y estar en el centro de Su voluntad.
Sugerencia Práctica
Colocá todos tus troqueles en la urna de la iglesia.
¡No te olvides de anotar primero todos los datos!