La Biblia cita que cada uno de nosotros
fue una inspiración de Dios y fue creado para
algo especial. Dios puso en nosotros las características necesarias para alcanzar cada uno
de esos planes. Una de las causas por la que
mucha gente no cumple su propósito es que
vive su vida como lo desea, sin preguntarse si
sus acciones están bien o mal, sin interesarse
en escuchar la voluntad de Dios. Siente que
tiene dones y cosas que le apasionan hacer;
sin embargo, gasta su vida haciendo cosas
sin sentido. Otra causa es la mediocridad automática, es decir, hacen lo que todos hacen,
se vuelven uno más del montón.
La Palabra nos enseña que aquellos que
alcanzaron el propósito de Dios tuvieron que
hacer cosas que otros no hicieron o tomar decisiones que otros no se atrevieron.
• Abraham tuvo fe para irse de su tierra,
ofrecer a su hijo y creer en el plan de Dios
para terminar siendo un gran patriarca.
• Isaac obedeció y permaneció en una tierra sin futuro; sembró en aquella tierra y
se hizo millonario.
• Josué y Caleb fueron capaces de creerle a Dios en medio de una multitud furiosa y
hostil, poniéndose firmes ante ella.
• El rey David, luego de haber sido perseguido y tratado injustamente, se levantó y
derribó a Goliat. Luego, rodeado de hombres
derrotados, los formó y entrenó para que ellos
también derribaran gigantes.
• Josué se atrevió a desafiar a Dios y ordenó: “¡Sol, detente!”.
Estos hombres hicieron historia, bendijeron y transformaron la vida de mucha gente.
No pasaron desapercibidos, no fueron comunes o intrascendentes. Hoy vos también podés
hacer historia. En tu interior Dios puso todo lo
que necesitás para alcanzar tus sueños