Estuvimos varios años en el mismo lugar, con la inquietud de la limitación que existía en relación al espacio, porque creímos en El Señor, y comenzamos a recibir el crecimiento esperado.
En Marzo del 2009, y luego de varios intentos fallidos por conseguir el lugar, finalmente nos trasladamos a un sitio mucho más amplio, sobre la Av. Luro, y con el doble de capacidad, en donde funciona hasta el día de hoy.